La disputa entre los dolarizadores y quienes impulsan la competencia de moneda se reflejó esta semana en el desplome de las acciones y títulos público y la disparada del riesgo país, que recién encontró un primer freno cuando una de las partes en disputa buscó la ayuda de “manos amigas” para ponerle un freno a la escalada del dólar y empezar a recuperar estabilidad financiera. El presidente Javier Milei, que lidera el bando dolarizador, y el ministro Luis «Toto» Caputo, proclive a la competencia de monedas, mantenían la disputa en un terreno más académico que empezó a salir a la luz con la divulgación del Staff Report del FMI y las críticas del jefe de Estado al director del Hemisferio Occidental del organismo, Rodrigo Valdéz.
Pero el viernes, con la jugada de Caputo y el presidente del Banco Central y su socio en la actividad privada, Santiago Bausili, anunciando la reconversión de los pasivos remunerados como deuda del Tesoro, la disputa fue aprovechada por los dolarizadores para marcar la cancha. Orlando Ferreres, titular de una de las consultoras más relevantes del mercado, y su director Fausto Spotorno, y también integrante del Consejo de Asesores del presidente Javier Milei, salieron con fuertes declaraciones que alimentaron la corrida financiera que de todas maneras se esperaba para la apertura de los mercados del lunes pos anuncio.
Ferreres jugó fuerte, equiparó las medidas del equipo económico a un “plan Bonex” para los bancos, al reconvertir los depósitos de los bancos en el BCRA en un título de la deuda del Tesoro. “El viernes se anunció una especie de Plan Bonex para los bancos. Con otro nombre, con otro tipo de deuda pero es lo mismo que hizo Ermán González con el Plan Bonex, porque se pasa deuda que es del Banco Central al Tesoro. Y los bonex eran del Tesoro y pasaron a ser parte de los bancos. Entonces, yo creo que eso es lo que no gustó a los mercados y no fue traducido así por el periodismo, por los políticos”, afirmó el consultor en diálogo con Radio 10.